jueves, 24 de julio de 2025

🌷 El don de la belleza: un regalo con propósito eterno

 


Hay dones que nacen con nosotros. No los pedimos, no los escogimos, simplemente los traemos al mundo como parte del diseño que Dios, con amor y cuidado, puso en cada detalle de nuestra existencia. Uno de esos dones es la belleza —la del rostro, la del cuerpo, la que a veces abre puertas, atrae miradas, y deja huellas en los demás sin que siquiera lo intentemos.

Si estás leyendo esto y sentís que ese don ha sido parte de tu vida, quiero hablarte desde el corazón, con profundo respeto y aprecio. No para señalarte, sino para invitarte a una reflexión amorosa sobre el porqué de ese regalo y el cómo usarlo de una forma que honre a Dios y también te llene a vos en lo profundo del alma.



🌺 Un don real… pero también delicado

La belleza —sea del rostro o del cuerpo— es una forma de influencia silenciosa. Atrae, cautiva, genera respuestas… muchas veces sin que lo busquemos conscientemente. Pero cuando nos damos cuenta de ese poder, también se presenta una decisión:
¿Cómo voy a usar este don que Dios me dio?

Nadie puede decir que es fácil. Vivimos en un mundo donde la imagen lo es todo, y muchas veces se espera que la mujer hermosa use ese atributo para sacar ventaja, impresionar, competir o llamar la atención. A veces incluso se nos empuja a pensar que eso es normal, que es lo correcto.

Pero ¿es ese realmente el propósito por el cual Dios nos dio ese regalo?


🌸 Dios no da dones para dañar, sino para edificar

Cada cosa buena que viene de Dios tiene una intención: bendecir, iluminar, sanar, guiar, inspirar.
Y sí, eso incluye la belleza. No es un error, ni un peligro en sí. Es un canal, una posibilidad.
Lo importante no es tanto tener ese don, sino el corazón con que lo usamos.

Jesús nos dejó un principio que aplica a todo lo que recibimos en esta vida:

“A quien mucho se le da, mucho se le pedirá” (Lucas 12:48)

No como amenaza, sino como recordatorio: Dios confía en vos. Si te dio un don, es porque sabe que podés usarlo bien, con propósito y amor.


🌻 Dos caminos: dos ejemplos de mujeres bíblicas

En la Biblia encontramos dos mujeres con belleza, pero con caminos muy distintos. Sus historias nos ayudan a entender cómo una misma ventaja puede tener resultados muy diferentes, dependiendo de la intención que la acompaña.

💠 Jezabel:

Era una mujer influyente y muy probablemente hermosa. Pero usó esa influencia para manipular, controlar, seducir y destruir. No buscó a Dios, ni pensó en el bien de los demás. Usó su poder para avanzar sus propios intereses, sin medir el daño.

Su historia es dolorosa, no por lo que tenía, sino por lo que eligió hacer con ello.

💠 Abigail:

También era una mujer hermosa, pero su belleza estaba acompañada de sabiduría, humildad y un corazón lleno de paz. Cuando su esposo actuó con necedad y puso en peligro a toda su casa, ella actuó con gracia y sabiduría. No manipuló ni se impuso. Habló con amor, se movió con respeto, y logró salvar vidas.

Su historia nos muestra que la belleza usada con temor de Dios puede traer paz, reconciliación y bendición.


🌷 La intención detrás de cada gesto

En lo profundo, sabemos que detrás de una mirada hay intención.
Sabemos cuándo un gesto busca edificar… y cuándo busca dominar.
Sabemos cuándo un contoneo al caminar expresa alegría natural… y cuándo busca provocar.

Y no se trata de vivir reprimidas ni con culpa. Se trata de ser conscientes. De saber que tenemos una influencia, y elegir usarla para el bien, no por miedo, sino por amor a Dios.


🌹 Un ejemplo claro: el cuchillo y el cirujano

La belleza es como un cuchillo: en manos equivocadas, puede herir. Pero en manos de un cirujano, puede salvar vidas.

Tu rostro bello, tu cuerpo hermoso, tu forma de hablar y moverte… pueden ser usados para seducir, manipular, competir… o pueden ser usados para sanar, edificar, consolar, inspirar.
La diferencia está en tu corazón.


💞 Un llamado suave, pero profundo

No estás sola. Si alguna vez usaste tu belleza para conseguir atención o para avanzar por medios no tan limpios… te entiendo. Muchas veces lo hacemos porque el mundo nos lo exige, o porque en el fondo solo queremos sentirnos amadas, vistas, valoradas.

Pero quiero decirte algo con mucho cariño: todavía estás a tiempo de usar ese don de una manera que llene tu alma y honre al Dios que te la dio.

No se trata de cambiar por obligación, ni de vivir reprimida. Se trata de volver al diseño original: usar tu belleza como una luz, no como una trampa. Usarla para hacer el bien, no para alimentar el ego.
Usarla como Abigail… no como Jezabel.


🌼 Dios no te juzga por el pasado, Él honra tu decisión de volver

Dios no está buscando perfectas. Está buscando corazones dispuestos.
Y cuando vos decidís, por amor, empezar a cuidar cómo usás tu belleza… Él lo ve. Él lo valora. Él lo honra.

Y todo esfuerzo que hagas —por amor, no por presión— será recompensado.
Y tu belleza, bajo la guía del Espíritu de Dios, será un canal de vida para muchos.


✨ Reflexioná:

  • ¿Qué estás haciendo con el don de la belleza que Dios puso en vos?

  • ¿Hacia dónde están dirigidas tus miradas, tus palabras, tus intenciones?

  • ¿Querés ser una mujer que construye, que inspira, que edifica?

Si la respuesta es sí, entonces estás dando un paso hermoso hacia el verdadero propósito de tu existencia.

Dios no se equivoca. Y si puso belleza en vos, es porque vio en vos una misión muy especial.


Si este mensaje tocó tu corazón, tomá un momento a solas con Dios. Hablale con sinceridad. No hace falta que cambies de un día para otro. Solo hace falta que vuelvas tu rostro hacia Él, y el resto del camino te lo va a mostrar con amor.

💗 Nunca es tarde para ser luz.

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