miércoles, 23 de julio de 2025

🔥 El Pacto que Revela el Inmenso Amor de Dios

 

Un pacto antiguo… una verdad eterna

En Génesis 15, encontramos uno de los momentos más conmovedores y poderosos de toda la Biblia. Dios decide hacer un pacto con un hombre: Abraham. Pero lo que a primera vista parece un acuerdo solemne más en la historia bíblica, en realidad es una declaración anticipada del amor eterno que Dios tiene por toda la humanidad.

Dios llama a Abraham y le promete una descendencia como las estrellas del cielo. Abraham cree, y Dios lo declara justo por su fe (Génesis 15:6). Pero lo que ocurre después es lo que transforma esta historia en una revelación divina que trasciende el tiempo.



La ceremonia del pacto: ¿Qué significa?

Dios le pide a Abraham que prepare animales para un pacto:

"Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también y un palomino." (Génesis 15:9)

Abraham parte los animales por la mitad, colocándolos uno frente al otro. Esta era una práctica común en la antigüedad: ambas partes que hacían un pacto pasaban entre los animales muertos, dando a entender que si alguno quebrantaba el pacto, recibiría el mismo destino que esos animales partidos.

Pero aquí sucede algo inesperado.


Dios pasa solo

“Y sucedió que, puesto el sol y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.” (Génesis 15:17)

Abraham no camina entre los animales.

Dios lo hace solo.

¿Y qué significa eso? Significa que Dios está diciendo:

“Yo me comprometo a cumplir este pacto, y si alguna de las partes falla — incluso si sos vos, Abraham — yo mismo asumiré las consecuencias.”

Ese acto fue una promesa de gracia. Dios no está exigiendo perfección humana; Él se está entregando por amor.


¿Quién es la antorcha de fuego?

La antorcha que pasa entre los animales no es simplemente un símbolo. A lo largo de la Biblia, el fuego representa a Dios (Éxodo 3:2, Hebreos 12:29). Pero aquí, muchos estudiosos cristianos reconocen algo más profundo:

La antorcha es Cristo, el Hijo eterno de Dios, quien se manifiesta en esta escena como el que sellará con Su sangre ese pacto que Dios está haciendo con Abraham y, por extensión, con toda la humanidad.


El hombre falló, Dios no

Desde Abraham hasta nuestros días, el ser humano ha fallado. Hemos quebrantado leyes, hemos olvidado a Dios, hemos despreciado su voz. Pero en lugar de romper el pacto y destruirnos, Dios decidió cumplir con Su parte… y con la nuestra.

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados...” (Isaías 53:5)

Cristo, que pasó entre los animales en Génesis 15, es el mismo que fue colgado en una cruz por nuestra culpa siglos después. Él pagó las consecuencias del pacto roto.


Dios nunca pensó desecharte

Este pacto no fue una trampa. Fue un acto de amor anticipado. Dios no esperaba que fallaras para castigarte. Él sabía que ibas a fallar, pero te amó igual, y planeó todo para rescatarte.

“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” (Jeremías 31:3)

“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” (1 Juan 4:9)


¿Qué significa esto para vos?

Significa que Dios no te ama por tu perfección, sino por Su promesa.
Significa que Cristo murió no solo por tus pecados, sino también por tu incapacidad de cumplir el pacto.
Y significa que hoy, podés descansar, no en tu fidelidad, sino en la de Él.

“Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo.” (2 Timoteo 2:13)


Una invitación final

Este Dios que pasó solo entre los animales. Este Cristo que fue partido como sacrificio. Este amor que no abandona. Este es el Dios que te llama hoy a confiar en Él.

No te está pidiendo que seas perfecto. Solo que reconozcas tu necesidad de Su gracia, y le creas como Abraham creyó.

“Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” (Génesis 15:6)


💬 ¿Te conmovió esta verdad?

Entonces compartila. Que más personas descubran que el amor de Dios no empieza cuando te portás bien, sino que estaba preparado desde antes de la fundación del mundo.

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