lunes, 18 de agosto de 2025

¿Quién intercede por nosotros según la Biblia? ¿María, los santos o solo Cristo?

 

La intercesión es un tema central en la fe cristiana. Muchas tradiciones enseñan que María o los santos en el cielo pueden interceder por los creyentes. Pero, ¿qué dice realmente la Biblia? Vamos a explorar de manera amplia, rigurosa y paso a paso este tema, con base únicamente en la Palabra de Dios.


1. Cristo, el único mediador

El texto clave se encuentra en 1 Timoteo 2:5:

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”

Análisis lingüístico

  • La palabra griega para “mediador” es μεσίτης (mesítēs), que significa intermediario legal, árbitro, intercesor.

  • El Nuevo Testamento nunca utiliza este término para referirse a María, a los santos ni a los ángeles.

👉 Según el lenguaje original, Cristo es presentado como el único mediador celestial válido entre Dios y los hombres.


2. Intercesión en la tierra, no en el cielo

La Biblia sí manda a los creyentes a interceder mientras están vivos en la tierra.

  • 1 Timoteo 2:1–2: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres.”

  • Santiago 5:16: “Orad unos por otros, para que seáis sanados.”

Contexto

  • Aquí la intercesión se da entre creyentes vivos.

  • En ningún pasaje bíblico se extiende este principio a los que ya han muerto en Cristo.

👉 Interceder por otros es un deber de los creyentes en vida, no una práctica atribuida a los que están en el cielo.


3. Los mártires bajo el altar (Apocalipsis 6:9–10)

“Vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios… y clamaban a gran voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor… no juzgas y vengas nuestra sangre?”

Observaciones

  • Estas almas no interceden por la iglesia en la tierra.

  • Su clamor es por justicia y venganza de su martirio, no por salvación de los vivos.

👉 Esto confirma que los que están en gloria no interceden por los creyentes vivos, sino que expresan su propia causa delante de Dios.


4. Los ancianos y las oraciones de los santos (Apocalipsis 5:8)

“Los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.”

Clave interpretativa

  • El texto no dice que los ancianos oren en lugar de los creyentes.

  • Más bien, presentan ante Dios lo que ya son las oraciones de los santos en la tierra.

  • Es un acto litúrgico, no una mediación independiente.

👉 La oración sigue siendo de los santos en la tierra, no de los del cielo.


5. Los espíritus de los justos (Hebreos 12:22–23)

“Os habéis acercado al monte de Sion… a los espíritus de los justos hechos perfectos.”

Este pasaje reconoce que los creyentes fieles están en la presencia de Dios, pero no dice en ninguna parte que:

  • reciban oraciones,

  • intercedan activamente por los vivos.

👉 Su papel es existir en comunión con Dios, no interceder.


6. Cristo como Sumo Sacerdote e Intercesor (Hebreos 7:24–25)

“Este, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.”

Claves doctrinales

  • Cristo es el único Sumo Sacerdote celestial (Hebreos 8:1–2).

  • Su intercesión es permanente, eficaz y exclusiva.

  • Ningún otro ocupa este ministerio en el cielo.

👉 Doctrinalmente, confiar en otro intercesor aparte de Cristo niega su sacerdocio perfecto y eterno.


7. Resumen bíblico

  1. Intercesión terrenal: sí, los creyentes vivos oran unos por otros (1 Ti 2:1–2; Stg 5:16).

  2. Intercesión celestial: no hay base bíblica para que María, los santos o los ángeles intercedan.

  3. Los mártires en Apocalipsis: claman por justicia, no por los vivos.

  4. Cristo como único intercesor: es el Sumo Sacerdote eterno que defiende a los suyos ante el Padre (Heb 7:25; 1 Ti 2:5).


8. Aplicación práctica para nuestra vida

  • Orar directamente a Dios: Jesús enseñó: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro…” (Mateo 6:9).

  • Usar el nombre de Jesús: “Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré” (Juan 14:13–14).

  • Confiar en Cristo como intercesor: Esto nos da plena seguridad de que alguien que vive eternamente está defendiendo nuestra causa.

  • Evitar sustitutos humanos o celestiales: No necesitamos mediadores extras; Cristo es suficiente.

👉 En lo práctico, cada creyente tiene acceso directo al trono de la gracia (Hebreos 4:16).


✨ Conclusión

La enseñanza de la Biblia es clara:

  • La única intercesión celestial la hace Cristo, nuestro Sumo Sacerdote eterno.

  • Los santos en gloria alaban, esperan justicia y gozan de la presencia de Dios, pero no interceden por los vivos.

  • María, aunque fue una sierva bendita y escogida por Dios, nunca es presentada en las Escrituras como intercesora.

📖 Por lo tanto, lo correcto y bíblico es orar directamente a Dios Padre, en el nombre de Jesús, confiando que nuestro Señor vive para interceder por nosotros.

Autor:  Félix Guerra Velásquez

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